Los diseñadores y la cultura pop han hecho suyos los estilos de los trazos del célebre cronista Felipe Guamán Poma de Ayala. Vemos adaptaciones en pósters, flyers, memes, polos, cuadros, etc. Pero es poca conocida la rocambolesca vida de su célebre manuscrito ‘Primer nueva corónica y buen gobierno’. El documento cuenta con 1179 páginas, en las cuales hay casi 400 dibujos a página completa. Son trazos finos y simples. En él, Guaman Poma narra e ilustra la vida y la historia del mundo andino hasta la llegada de los españoles y denuncia el vejamen que hacían los invasores.
La obra, según Porras Barrenechea, probablemente fue escrita entre 1613 y 1615. Son los dibujos los que han penetrado la cultura popular moderna. El fin del autor no solo era la del cronista que hacía una recopilación de hechos, sino que su texto funcionara como denuncia que llegara a manos del rey Felipe III de España, de manera tal que conociera los abusos practicados por sus súbditos y funcionarios en sus colonias. Podemos estar hablando de la carta más larga que jamás se haya escrito, incluso ilustrada. Todo indica que el soberano nunca vio el libro.
Pese a la popularidad que hoy tienen los dibujos de la ‘Nueva Corónica’, ésta permaneció empolvándose hasta 1908. El antropólogo y editor alemán Richard Pietschmann, y director de la Biblioteca de Gotinga, encontró entonces un raro manuscrito en la Biblioteca Real de Copenhague, Dinamarca. Allí, con el número Nº 2232 de la Colección Real del rey Federico VIII, descansaban ocultas a los ojos del mundo, por casi tres siglos, encuadernadas en pergaminos, las páginas que harían inmortal a nuestro historiador indígena.
Pero, ¿cómo llegaron hasta la colección danesa? El explorador Clements Markham señaló alguna vez al respecto: «Es un misterio cómo el libro con todas estas ilustraciones escapó a la destrucción y aún cómo se permitió su envío a España. Por fin esta obra importantísima se halló en manos compasivas». El manuscrito debió llegar a España, a Sevilla, y de alguna manera llegó a la colección del Conde Duque de Olivares. Parte de esa colección fue subastada y Cornelius Pederson Lerche, quien fuera embajador danés en Madrid, compró aquel paquete de libros y los llevó a Dinamarca. Allí, en ese grupo de libros, debió estar la obra, entonces oculta a los ojos de la academia y del mundo.
Su descubridor, Pietschmann, haría exposición de ella en Londres, en 1912, en un Congreso de Americanistas. A la sazón, estaba allí un arqueólogo llamado Julio C. Tello. El libro sería retocado e impreso en edición facsimilar en París en 1936, y Jhon Murra publicaría en 1980 el estudio que le daría cabida mucho más sonada al mundo académico. Por eso Guaman Poma no es estudiado en los colegios en décadas tan pasadas, pues la fama de su trabajo es relativamente reciente.
Aunque el manuscrito no ha sido técnicamente robado y no hay motivos estrictamente legales para solicitar que Dinamarca nos lo “devuelva”, pero sería un gran gesto si de buena voluntad permita ese país que el Perú tenga en sus archivos tan valioso documento de nuestra historia.
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ES UNA MARAVILLA!!!! MI AGRADECIMIENTO A TODOS AQUELLOS QUE COLABORARON PARA EL SALVAMENTO DE ESTA OBRA MAESTRA. ¿CÓMO CONSULTARLA?
La biblioteca de Dinamarca tiene la obra original. La permiten consultar on line en facsimilar acá: https://poma.kb.dk/permalink/2006/poma/info/es/frontpage.htm