Hice algunos cambios en mi vida que mejoraron mucho mi salud tanto física como mental. Cambios simples, pero de mucha voluntad: deporte casi a diario, meditación (respirar con propósito) tres veces por semanas, alimentación más sana, dormir más temprano y, principalmente, no ver noticias por televisión. Tampoco es que sea un santo. De cuando en cuando me aplico mi buena salchipapas a la vena.
De todos modos, con las medidas implementadas logré bajar 25 kilos de los 30 de sobrepeso que tenía y me volví más productivo; y, lo que es mejor, un poquito más feliz —bueno, menos triste, pues la felicidad nunca es constante—. Terminé de escribir y editar un libro que dejé pendiente hace cerca de 10 años, lo publicamos; aprendí un arte marcial; voy avanzando con otros libros propios y he publicado en otra obra conjunta; y he empezando a hacer mi tesis de maestría; además de las ocupaciones alimenticias habituales y proyectos de negocios. Por supuesto que tengo mis problemas como cualquier persona, pero creo que recuperé un tiempo que me lo habían robado y estoy más ordenado.
Quiero incidir en lo de dejar las noticias por televisión y la tv basura. Tal vez ha sido lo que más me ha ayudado estos últimos años. Ya hemos visto y aún vemos a diario que los grandes medios están claramente manipulados para favorecer a sus intereses particulares (algunos representados en sus candidatos de turno), y no hace falta hablar más de ello ahora. Asimismo, el morbo es constante: asesinatos, líos de pareja y relaciones tóxicas, casos que parecen enredados adrede por los productores, robos, violaciones, corrupción, etc.
Y acá viene el motivo principal de mi decisión de apagar los noticieros, principalmente los de televisión como están diseñados actualmente. Veamos. Si uno se alimenta solo de comida chatarra, grasas malas, demasiada azúcar blanca, puras gaseosas, evidentemente tu salud será malísima. Te volverás obeso, tendrás problemas de colesterol, presión alta, tal vez diabetes y una serie de enfermedades más. Todo eso te puede llevar a la muerte. Sucede lo mismo con la mente. Es también parte de tu cuerpo. Si a través de la televisión metes en tu cabeza solo mensajes macabros, de violencia, noticias de espanto, pues así como llenas tu cuerpo de grasa nociva con la mala dieta, llenarás tu cabeza de pensamientos perturbadores. Ello también tendrá consecuencias reales y visibles: tendrás mal sueño, serás propenso a la depresión, toleraras menos el estrés, tú mismo serás más violento, impaciente y tus relaciones con tu familia, amigos, laborales serán cada vez peor, pues tiendes a la pelea: no sabes tolerar la frustración, ya que tu mente se está entrenando mal.
Esto no quiere decir que seas indiferente y no te enteres de nada de lo que sale en la tele. Yo estoy mucho más enterado de varias cosas, que el resto de mi familia, por ejemplo, que paran colgados de los noticieros y encima me preguntan cosas que ellos mismos ven. Es como si vieran en político automático. Tal vez ya les está afectando la capacidad del cerebro incluso para retener en la memoria. No quiere decir pues que no consumas noticias, sino que uses otras fuentes y lo hagas de manera balanceada. La dosificación, el balance, el justo medio es la clave de casi toda la vida. La televisión no solo te ataca con la visión, sino también con el sonido. Así es más intensa, más invasiva: entra por doble vía a tu cabeza, copa tus sentidos. De alguna manera, te secuestra. A diferencia de la prensa escrita o noticias por internet, no puedes adelantar o pasar al siguiente párrafo.
La televisión dejará todo su veneno en tu cabeza. Ya lo había estudiado el profesor Sartori en su libro ‘Homo videns: la sociedad teledirigida’. Plantea que del estadio del homo sapiens (el hombre pensante, que usa su razón) hemos pasado al hombre cuya mente es pensada por otros, por la televisión de masas; por aquellos que ponen esa información manipulada en tu cabeza. Tu cerebro no está pensando lo que hay en la realidad, sino lo que los magnates de la televisión quieren que veas.
En suma, apaga los noticieros y tu salud mejorará. Consume noticias, pero evita las de tv, mejor de manera escrita o conversa con gente informada. Y, como siempre, no cometas excesos, úsala de manera medida, siempre dudando y cuestionando. Que nada está escrito —o filmado— en piedra.
Por: Eduardo Abusada Franco
Seguir a @eabusad IG: @eduardoabu79
OTROS ENLACES RECOMENDADOS POR PLAZA TOMADA
- Los antifútbol y el penal más largo del mundo
- Las ausencias de Lévano
- El Rey de las Papas Rellenas
- Un niño mollendino conoce Lima
- El barrio de la Chanfainita y la Tía Ceci
4 comentarios en «Menos noticias por televisión mejoran la salud»